jueves, 23 de julio de 2009

Los sufíes

El sufismo es una corriente mística del Islam con más de 50 millones de seguidores en el mundo. Sus partidarios persiguen el propósito de inspirar una unión entre los seres humanos y Dios, por medio de la elevación del alma a unos estadios más avanzados de conciencia.
Aparte de este propósito espiritual el sufismo ha logrado ya una rica cultura, en forma de música y poesía, que son especialmente destacables en Turquía, Pakistán y Senegal.
La mayoría de los sufíes están organizados en órdenes que elaboran rituales de recitación y danzas destinadas a generar estados místicos que faciliten el camino de los iniciados hacia la unión con Dios.
Los sufíes de Turquía llevan a cabo encuentros en los que se recita de forma colectiva frases o expresiones que recuerdan y alaban a Dios, basándose en el verso coránico: "Recordadme y os recordaré". También son recitados los atributos divinos que aparecen mencionados en el Corán, versos del Libro y alabanzas a la figura del Profeta Muhammad.
Los sufíes más conocidos son los derviches de la Orden Mevlevi, muy famosos por sus danzas giratorias que realizan con el acompañamiento de poesía cantada del Mathnawi, la principal obra del fundador de la Orden, Yalal al Din Rumi (1207-1273), uno de los más importantes sabios sufíes de todos los tiempos.
Su método incluye tres elementos que trascienden las barreras de la comunicación humana: la música, la poesía y el recuerdo; la combinación de estos tres elementos tiene lugar en la ceremonia de la danza giratoria (Sema).
La Sema, compuesta por siete partes, representa el viaje místico de una persona hacia Dios.
La ceremonia intenta reflejar la naturaleza giratoria de todo lo que se encuentra en la naturaleza, desde las galaxias a los átomos. Mediante la Sema el sufí llega al conocimiento de la Verdad, lucha contra su ego y abraza la perfección.
Cuando regresa de su viaje espiritual, lo hace como alguien que aspira a servir con amor y entrega a toda la creación.
Con respecto a las largas ropas blancas que los derviches llevan en la Sema, éstas ropas representan mortajas para el ego; los largos gorros en forma cónica que llevan en su cabeza simbolizan tumbas de piedra para ese mismo ego. Durante la danza mística, que puede durar horas, el derviche mantiene el brazo derecho levantado para recibir simbólicamente las bendiciones y energía de lo alto, mientras que el brazo izquierdo está inclinado hacia abajo con el fin de derramar sobre la tierra las bendiciones recibidas. Los derviches forman un círculo y cada uno de ellos se mueve en armonía al ritmo de la música, aumentando lentamente la velocidad e intensidad de los movimientos hasta que todo termina en una cumbre de exaltación espiritual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario