viernes, 11 de febrero de 2011

El alimento y la cultura según la teoría de la evolución humana a partir del mono

La antropología moderna honra la Tesis del Primitivo; de la evolución a partir del mono desde hace 8.000.000 de años. Y nos relata que su forma más elemental de supervivencia fue cazar y recolectar alimentos que la naturaleza ponía espontáneamente a su disposición.
Según la Teoría de la Evolución Social la gente 'primitiva' merodeaba los bosques en busca de bayas, raíces, hojas y ocasionales brevas. Con un poco de suerte podía procurarse algún alimento y llegar a salvo a su refugio.
Evidencias arqueológicas dictaminan que lejos de ser un gran cazador de bestias, el hombre se agolpaba sobre los restos abandonados de grandes predadores para sorber el tuétano de los huesos.
El aprendizaje en el empleo de piedras, palos y huesos como armas tuvo que estar asociado a alguna forma de organización grupal.
Al descubrir con qué instrumentos podía matar, la carne se convirtió en su alimento preferido y base fundamental de su dieta.

La pesca y la recolección de alimentos acuáticos tuvo una aparición tardía si nos referimos a ella en forma intensiva y organizada. No obstante, el mar y los ríos le dieron de comer desde hace mucho tiempo más. Así, la pesca y recolección de salmones, truchas, carpas, mariscos, cangrejos, moluscos, etc. forman una parte importante en la dieta básica.

El control del fuego marcó el comienzo de otra etapa en la evolución humana. No sólo trajo aparejada la tecnología, sino que le permitió asar, calentar su comida, y darse calor a sí mismo. Seguramente la primera sustancia caliente que probó fue un pedazo de carne asada.

Antes de eso, el aumento poblacional y las variaciones climáticas obligarían al hombre a dar un paso fundamental: el almacenamiento. Ante la escasez de carne y la necesidad de compartir sus alimentos preferidos con cada vez más individuos, se percató que podía almacenar semillas y tubérculos, y que si los guardaba secos podía utilizarlos meses después. También descubrió que podía plantar gajos y semillas y esperar sus frutos.
La domesticación de las plantas, cambiaría para siempre su vida e influiría directamente en su evolución social, pasando de ser un nómada a un ser prácticamente sedentario alojándose en chozas rústicas ya no sólo, sino con personas ligadas a él, su familia.

La necesidad obligó a los humanos a variar paulatinamente sus hábitos alimentarios, pasando hacia dietas menos sabrosas, pero más abundantes, y que se podían guardar para épocas de escasez, dada su capacidad de aportar calorías almacenables en las cercanías de los asentamientos tribales.

Los seres humanos constituyen la única especie animal que ha elaborado reglas precisas alrededor de su alimentación, acerca de las maneras de realizar operaciones sobre la naturaleza para producir y preparar sus alimentos y sobre los modos y las personas con quienes compartir su consumo.

El nivel y la forma de satisfacción de las necesidades físicas nutritivas varía cuali - cuantitativamente de una sociedad a otra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario