Simplemente el Cielo

El Dios soberano es el Cielo o Firmamento.
El Dios 'local' es el proceso de declinación solar.
Mediante la observación del cielo advirtieron el orden y la regularidad matemática de la Naturaleza.
Ellos subian a las montañas más altas para ofrecerle sacrificios al Cielo, a las Fuerzas y Poderes Superiores que los protegían y favorecían de tantas maneras, para que ese orden no se quebrara y su supervivencia estuviera garantizada.
Se ofrendaban bebidas alucinógenas durante las ceremonias; los propios participantes las bebían y accedían al mundo superior, a una preclara lucidez provisional.
La búsqueda de la "verdad" tenía por objeto adquirir los conocimientos que permiten avanzar dentro de los insondables misterios y riquezas de la naturaleza.
Sobre todo el territorio de esta cultura se encuentran representaciones de lucha entre serpientes y dragones con ojos enormes y una boca grande abierta; es una metáfora de la lucha ancestral contra lo negativo, las pestes, la locura, las tinieblas, la muerte.

Su epopeya cultural era un desafío entre el humano y la naturaleza, a veces propicia y a veces adversa. Entendieron que adecuarse a los ritmos de la naturaleza los favorecía, por eso prefirieron durante mucho tiempo los santuarios al aire libre.